top of page

VALIÓ LA PENA PAPÁ

  • Writer: Melissa Bernald Laufer
    Melissa Bernald Laufer
  • Jun 21, 2021
  • 3 min read

Updated: Jun 23, 2021





Querido papi, desde hace tiempo que he querido sentarme a escribirte esta carta. Específicamente después de haber sido madre.

Sólo temo que después de enviarla quiera seguir añadiéndole cosas y ya no pueda.


Simplemente GRACIAS!


Gracias por tu fuerza y por, con tu ejemplo, mostrarnos que no importa lo que pase, sí se puede salir adelante, a pesar de todas las adversidades. Si he sido fuerte es porque observé de cerca tu tesón y tu lucha constante frente a todo y tuve a quién seguir y las referencias necesarias para desarrollar mi propia voluntad y dirección.


Gracias por hablarme tanto, de tantas cosas (todavía lo haces) lo cual me dio y me sigue dando una amplia perspectiva del mundo y de la vida.



Gracias por inyectarme valores, por sembrar virtud, “moral y luces” en mí. Hoy soy una persona de bien, y como madre siento que ese es el mejor regalo que mi hijo me puede dar.


Gracias por acompañarme en mis estudios y apoyarme en mis debilidades con ciertas materias científicas que nunca me han gustado. Gracias especiales por esmerarte y trasnocharte con nosotras, preparando exámenes y exposiciones, para que pasáramos lisas la materia y fuéramos al siguiente nivel.


Gracias por haber respetado siempre mis aptitudes y no haberme forzado a estudiar algo que no me gustara, o a desenvolverme en un área que yo no hubiese elegido.


Gracias infinitas por tantas veces que nos fuiste a buscar y nos llevaste al restaurante, al cine, al teatro, a la feria, a la playa o a donde fuera siempre y cuando pasáramos un buen rato contigo, amparadas por tu presencia protectora.


Gracias por todos los viajes, que incluían siempre la guía turística de tu conocimiento en tantas áreas, que lujo!


Gracias por llevarme a museos y conciertos de música clásica, aún cuando no me gustaban ni eran mis preferidos. Eso fomentó estructuras dentro de mí, ayudó a formar mi carácter y me hicieron ser quien yo soy hoy. A David le haré lo mismo aunque se moleste y aunque no lo aprecie de momento.


Gracias por impulsarme a leer, a investigar, a saber.


Gracias por todo tu mundo, por todos los libros y los discos de nuestra casa. Al final fueron ventanas y puertas que me dieron muchos caminos y posibilidades en la vida.


Gracias por tu presencia, aunque no vivías con nosotras, te sentía muy cerca.


Gracias por ocuparte y preocuparte, por implicarte tanto en nuestra crianza.


Gracias por todas las cargadas y cabalgatas en los caballos imaginarios de tus piernas. Y por los juegos en la playa, las guerras de almohadas, los acertijos y tanto más.


Gracias por cariño y el amor, ningún niño puede sobrevivir equilibrado sin esas necesidades afectivas básicas cubiertas.


Gracias por la seguridad, el apoyo económico y la protección. Por pagarnos una educación de calidad, por darnos una casa digna en la que vivir.


Gracias por darme la vida y por traerme al mundo.


No has sido perfecto y has cometidos tus errores, pero si me siento a sumar y a restar, es mucho más lo que suma que lo que resta y volvería a repetir la experiencia en otra vida. Te volvería a elegir como padre.


Hoy miro atrás y me encuentro con muchos recuerdos y fragancias del pasado que me golpean con fuerza (creo que la maternidad ha movido profundas corrientes dentro de mi); tanto que me dan ganas de regresar y saborear nuevamente tantos instantes que nunca creí que iba a extrañar, como aquellas vacaciones no sé en que playa o puerto, en donde nos cargaste para que viéramos los barcos en alta mar desde la ventana del hotel, en la orilla. La lejanía y la muerte de mi mami también me han movido mucho. De pronto puedo ver cómo la vida son instantes hermosos que creemos poseer, acumular y congelar, pero al final estos son imposibles de atajar o de revivir. Por eso, atesoro y atesoraré con gran cautela todas nuestras experiencias y recuerdos juntos.


Hoy quiero darle y transmitirle a David todo lo que tú me diste y quiero aplicar muchas de tus formas para que tu amor, dedicación y legado perdure por el fin de los tiempos. Es la mejor manera de asegurar la subsistencia de tantos tesoros y de tantas cosas buenas, coloridas y ricas, que nos diste. Le hablaré mucho... de la vida y del mundo, le leeré, le enseñaré a no rendirse y le daré mucho amor. Pero por sobre todo le hablaré mucho de ti.


Te amo mucho. Te amamos mucho.


GRACIAS POR SER MI PADRE


Bergen, 13 de Noviembre de 2016












 
 
 

Comments


Featured Posts
Recent Posts
Archive
Search By Tags
Follow Us
  • Facebook Basic Square
  • Twitter Basic Square
  • Google+ Basic Square

© 2023 by EMILIA COLE. Proudly created by Meber Services

bottom of page